La llegada de la tecnología 5G se espera como agua de mayo por los indudables beneficios que traerá a todos los ámbitos, desde el personal, hasta el institucional, pasando por el empresarial. A fin de cuentas, no solo promete ser hasta 100 veces más rápida que su antecesora 4G, sino que además hará posible que el desarrollo de Internet de las Cosas aumente exponencialmente, ofreciendo un nuevo mundo de posibilidades para que los objetos se comuniquen entre sí. En este sentido, no hay que dejar de señalar que 5G soportará un millón de dispositivos conectados en un área de solo 2 kilómetros cuadrados.

El resultado de todo ello será una auténtica revolución en la manera que tenemos de comunicarnos y una gran evolución tecnológica. Sin embargo, tan jugosas ventajas también lo serán para los ciberdelincuentes. Y es que, el crecimiento exponencial de objetos conectados a la red abrirá nuevas vías de ataque para quienes actúan al margen de la ley.

Una consecuencia lógica

A pesar de que afirmar que 5G traerá más ataques podría resultar alarmista, nada más lejos de la realidad, ya que es un proceso lógico cuando aparece una nueva tecnología disruptiva como ésta. Porque por muy trabajada que esté la ciberseguridad asociada a este nuevo estándar, existirán numerosos escenarios nuevos en los que los hackers encontrarán grietas de seguridad.

De hecho, según un informe realizado por la Unión Europea, existen diversos riesgos relacionados con 5G que habrá que tener en cuenta cuando comience a implantarse masivamente.
– El primero de ellos se refiere al hecho de que solo haya un proveedor dominante, ya que en ese caso, cualquier usuario, sea gubernamental, empresarial o individual, estará expuesto a una interrupción del servicio por parte de cibercriminales u otros organismos que sean susceptibles de provocar un ataque del tipo “denegación de servicio”.
– Dado que en las nuevas redes 5G el software adquiere una importancia mayor que en anteriores estándares, el riesgo de los ataques también será más elevado. Esto resultará más acusado cuando se cree software de baja calidad en el que no se tengan en cuenta los elementos de seguridad esenciales para evitar un ataque. Además, como las conexiones serán más numerosas y avanzadas, la previsión es que dichos ataques terminen siendo mucho más graves que hasta la fecha.
– La privacidad de los individuos y, por consiguiente, de empresas (un elemento clave en el territorio europeo y su normativa) también será susceptible de estar en mayor riesgo ante las crecientes amenazas. Hay que tener en cuenta que 5G será clave para el desarrollo de procesos críticos puesto que aporta mayores capacidades que 4G. De este modo, la mayor parte de los datos personales más importantes (como pueden ser los sanitarios) pasarán por estas nuevas redes, con el consiguiente riesgo.
– Finalmente, la Comisión Europea teme que existan intromisiones de actores externos a la UE, incluidos algunos estados que se encuentran en la vanguardia del 5G. Y claro está, este escenario supondría un atentado contra la seguridad de los países de la Unión Europea.

Como conclusión cabe señalar que al igual que está todo el camino por recorrer en cuanto a la llegada del nuevo estándar, también habrá mucho que hacer en tema de seguridad si se quiere que el 5G se consolide.