La innovación tecnológica, la mayor demanda de transparencia, la disrupción digital y la complejidad creciente de los negocios son, actualmente, algunos de los focos en la gestión de riesgos y el control interno de las compañías. Los auditores internos no son ajenos a estas tendencias y ayudan a las empresas a cumplir con sus objetivos, identificar riesgos y convertirlos en oportunidades. Si quieres conocer hasta qué punto los auditores aportan valor a las organizaciones, sigue leyendo.
¿Cuál es la función de un auditor interno?
La auditoría interna es una actividad de aseguramiento y consulta independiente y objetiva, concebida para agregar valor y mejorar las operaciones de una compañía. Ayuda a la organización a cumplir sus objetivos aportando un enfoque sistemático y disciplinado para evaluar y mejorar la eficacia de los procesos de gestión de riesgos, control interno y gobierno corporativo.
Una actividad de auditoría interna eficaz es un valioso recurso para la dirección las organizaciones, debido a su conocimiento de la compañía, su cultura, operaciones y perfil de riesgos.
¿Cuáles son sus valores?
Los auditores internos deben desarrollar su trabajo con absoluta integridad, objetividad, competencia y confidencialidad. Para estos profesionales, la objetividad es un principio fundamental que permite realizar una evaluación equilibrada de todas las circunstancias relevantes que afectan a un proceso para formar sus propios juicios, de forma imparcial y evitar el conflicto de intereses.
Para poder alcanzar un elevado grado de competencia profesional, los equipos de auditoría interna, que están compuestos por personas con diferentes perfiles y habilidades, aplican conocimientos y experiencia y reciben formación continua para seguir desarrollando su actividad.
¿Cuáles son sus retos?
Los equipos de auditoría interna deben entender los cambios a los que sus compañías se enfrentan, para aportar verdadero valor y tener la capacidad de ir más allá de la función de aseguramiento en la cual se examinan los hechos, se identifican los aspectos de mejora y se emiten recomendaciones encaminadas a mejorar el gobierno, la gestión de riesgos y el control interno de las organizaciones. En este sentido, el papel del auditor debe renovarse permanentemente, con la ambición de convertirse en asesores de confianza de los órganos de gobierno y la alta dirección.
Para afrontar estos nuevos retos, los equipos de auditoría están formados por profesionales transversales y multidisciplinares, en constante formación y con inquietud por desarrollar nuevas habilidades y conocimientos en temas como la tecnología y la digitalización, el big data o la automatización de los procesos.
La auditoría interna en MAPFRE
Los auditores internos de MAPFRE pertenecen a una de las nueve áreas corporativas de la compañía y cuentan con un Estatuto y una Política de Auditoría Interna, que es el marco que regula su actividad y su forma de relacionarse dentro de la organización.
El Área Corporativa de Auditoría Interna de MAPFRE cuenta con la Certificación Internacional de Calidad del Instituto de Auditores Internos de España por cumplir con el Marco Internacional para la Práctica Profesional de la Auditoría Interna, referente normativo del auditor interno.