El Big Data permite tanto a empresas como a multinacionales recabar gran cantidad de datos sobre sus clientes. Tanto es así que en tan solo un día se producen alrededor de 2,5 quintillones de bytes de información en toda la red. Esta espectacular cifra deja muy claro que es posible conocer más exhaustiva y profundamente al público objetivo con el fin de ofrecer productos y/o servicios mucho más acordes a sus gustos y preferencias.
Y como es evidente, esta práctica reporta multitud de ventajas a aquellas empresas que quieren hacerse un hueco dentro del mercado. Entre ellas, cabe destacar por ejemplo una mayor segmentación y una toma de decisiones más rápida y directa que supone además un ahorro en los costes de producción.
La importancia y magnitud del big data es tal que a día de hoy el 35% de las empresas españolas lo han implementado en sus infraestructuras. Pero lejos de quedarse aquí, a lo largo de este 2018 se han visto nuevos logros y tendencias que hace unos años parecían imposibles.
Se ha extendido a otros sectores
Desde un principio, el Big Data tal y como lo conocemos se empezó a implementar en aquellas startups y empresas que estaban muy ligadas a las últimas tecnologías. Sin embargo, la relevancia de los ‘macrodatos’ tiene tanto peso que ya ha llegado a otros sectores como el de la pescadería o el de la ganadería. Gracias a la implementación de sensores meteorológicos en granjas o piscifactorías, por ejemplo, resulta mucho más sencillo conocer cómo se está comportando la materia prima en todo momento con el fin de ofrecer después un producto de la máxima calidad al cliente.
El Big Data llega a las administraciones y organismos públicos
Gracias al auge del Internet de las Cosas ya es posible conocer todos aquellos datos que aporten los usuarios en tiempo real con el objetivo de acortar los tiempos en cualquier toma de decisiones. Esto es de suma utilidad para, por ejemplo, crear un sistema predictivo de desastres naturales que esté en todo momento en contacto con los servicios de emergencia. También puede ser de utilidad para evitar ataques terroristas en aquellas zonas de riesgo o simplemente para conocer cómo se comporta cierto grupo población de cara a evitar situaciones de riesgo o de conflicto.
El machine learning ha venido para quedarse
Dentro del Big Data hay una disciplina científica que se encuentra muy ligada a lo que a recopilación de datos se refiere. Es lo que se conoce como ‘machine learning’, una práctica que, tras recopilar distintos patrones de comportamiento dentro de un mismo grupo de personas, es capaz de crear un algoritmo que después relata a la empresa cuál debe ser la estrategia a seguir en caso de crisis. Esto supone, en ocasiones, una gran ventaja competitiva ya que permite desarrollar acciones de negocio en un espacio corto de tiempo.
La robótica y los procesos autómatas son una realidad
Atrás quedaron aquellos tiempos donde el factor humano era el único que se tenía en cuenta a la hora de tomar cualquier decisión. Ya se está empezando a ver cómo un software de gestión de la producción e incluso ciertos robots son capaces de actuar en la mayor brevedad posible tras adquirir toda la información necesaria. Esto tiene la gran ventaja de que permite ahorrar en costes y conseguir, finalmente, un producto mucho más pulido, libre de fallos o errores humanos.