El Big Data y la Ciberseguridad están en boca de todos. Es un hecho que en materia tecnológica se estén llevando buena parte de los titulares que aparecen en la prensa. Es más, son dos especializaciones con una gran proyección de cara a 2019. Pero, ¿por qué deben estar irremediablemente unidos?

El Big Data necesita mayor seguridad

Las previsiones de la Comisión Europea sobre el valor de la economía de los datos se sitúan en 643.000 millones de euros en el año 2020. Y dentro de dicha economía de datos, el trabajo con los macrodatos y metadatos (Big Data) resultará fundamental.

Ante tales cifras, también se prevé un crecimiento en el número de ataques; si se mueve dinero, los ciberdelincuentes no tardan en actuar. Por lo tanto, se antoja clave la protección de activos, plataformas y dispositivos, es decir, la ciberseguridad debe replantearse como un elemento fundamental dentro de cualquier organización; más especialmente en aquellas que utilizan los metadatos para sacar provecho comercial. No en vano, mucha información que se analiza está compuesta por datos personales que deben (por normativa legal) estar a salvo.

La ciberseguridad, mejor con el análisis de datos

La simbiosis entre Big Data y Ciberseguridad va más allá de que la protección sea necesaria para el tratamiento de datos, ya que el análisis de esta información también será clave para pronosticar futuros ataques.

Así es, el Big Data ayuda a la detección de patrones de comportamiento que puedan provocar vulnerabilidades en la estructura de una organización. Es más, un procesamiento avanzado de esa información será el motor que los especialistas en ciberseguridad necesiten para crear mejores modelos de predicción. Y teniendo en cuenta que el volumen de ciberataques es tan alto, no hay mejor herramienta que poder adelantarse a ellos.

En definitiva, el Big Data y la Ciberseguridad transitarán por caminos paralelos en los próximos años, pues tan importante es el análisis de los datos como su protección. El resultado de esta unión traerá consigo ventajas para cualquier empresa, sea del tamaño que sea: mayor seguridad en el tratamiento de la información sensible, mejor conocimiento del mercado y mayor satisfacción de los clientes. Eso sí, será necesaria la formación de nuevos profesionales que cubran la creciente demanda que hay de estos perfiles.