Bitcoin es uno los términos clave del siglo: la revolución de las ‘criptomonedas’ se abre paso en los mercados financieros y se enciende el debate. El Director General del Área Corporativa de Inversiones de MAPFRE, José Luis Jiménez Guajardo-Fajardo, comparte su opinión desde la perspectiva de uno de los directivos de MAPFRE experto en inversión.
No deja de ser curioso el impacto que ha generado la palabra bitcoin, la moneda encriptada que se ha puesto tan de moda. La razón principal: una revaloración de casi un 1.300% en 2017. Algo que, de acuerdo a los estudios más recientes sobre la rentabilidad de activos con riesgo, suele necesitar cerca de 200 años para que suceda.
¿Es dinero?
Quizá, la primera pregunta por resolver es si bitcoin puede considerarse dinero o no. Según el libro de texto Principios de economía, de Mankiw, el dinero es: “El conjunto de activos de una economía que normalmente utilizan los individuos para comprar bienes o servicios a otras personas”. Por otra parte, sus funciones características son: medio de cambio, unidad de cuenta, depósito de valor y liquidez. Cuando, en 2010, el programador Laszlo Hanyecz cambió 10.000 bitcoins por 2 pizzas Papa John, de alguna manera la criptomoneda respondió a dicha definición.
“En 2010, el programador Laszlo Hanyecz cambió 10.000 bitcoins por 2 pizzas Papa John”
¿Qué valor tiene?
La segunda pregunta está vinculada al valor intrínseco de bitcoin. Es decir, al valor real de un activo basado en una percepción subyacente de su verdadero valor, que incluye todos los aspectos –tanto en términos tangibles como intangibles–. Este valor puede o no ser el mismo que el valor actual de mercado. Y, es aquí como se puede afirmar, sin lugar a dudas, que su valor intrínseco es cero, dando lugar a interesantes y enconadas discusiones entre sus partidarios y sus detractores. No obstante, también el valor intrínseco del euro que llevamos en el bolsillo es cero y tampoco debería generar una alarma excesiva. Al final, la percepción del valor de las cosas es relativa y depende en gran medida de la oferta y la demanda en el mercado que se intercambian. Otro escenario sería la ausencia de control por parte de las autoridades monetarias y fiscales, lo que podría dar lugar a un uso fraudulento de la divisa.
¿Deberíamos invertir en bitcoin?
Para un inversor en valor, es decir, para alguien que quiere comprar algo por debajo de su valor intrínseco, la respuesta es no. No es una inversión prudente, ni previsible, ni razonable y las seis letras del término riesgo se quedan cortas. Por el contrario, para un inversor que persigue el crecimiento futuro del precio de un activo (no en el actual, pero sí el que puede llegar a alcanzar), la respuesta puede variar mucho. Incluso he encontrado a algunos inversores que creen que el valor de un bitcoin podría llegar hasta el millón de euros. La razón que se aduce es que la oferta es muy limitada y la demanda creciente. Y lo mismo sucede con otras monedas similares como Litecoin, Etherum, Ripple, Dash o Monero, que poco a poco van reduciendo la cuota de mercado de bitcoin.
¿Estamos ante una burbuja?
Al final, la pregunta del millón sobre esta cuestión es si existe o no una burbuja sobre este activo. Una burbuja financiera se origina cuando el precio de un activo crece de forma significativa por encima de su valor fundamental (recuerden la fiebre de los tulipanes, la Compañía de los Mares del Sur, las empresas puntocom o más recientemente el boom inmobiliario).
“Invertir en bitcoin es una lotería”
Nada nuevo bajo el sol y en el caso de bitcoin se junta la ignorancia sobre el futuro de las monedas encriptadas con la limitada oferta de las mismas y su estratosférica revalorización. Invertir en bitcoin es como comprar un boleto de Euromillones; la probabilidad de éxito es muy reducida, pero casi siempre hay alguien a quien le toca.
Como inversor profesional creo que lo más inteligente es no hacerlo, hay otras opciones con mayor probabilidad, aunque de menor rentabilidad potencial. Por ello, como dijo en una ocasión Eddy Elfenbein, prefiero pensar que: “Una burbuja es un mercado alcista en el que tú no has tomado una posición”.
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