El estudio Panorama de 2018 del Servicio de Estudios de MAPFRE prevé resultados positivos en sus previsiones económicas sobre la Eurozona gracias a una recuperación sincronizada del ciclo económico mundial y los estímulos monetarios de la región.
El año que viene se espera que el crecimiento se modere ante la atenuación de los impulsos del sector público y la desaceleración del crecimiento del crédito.
La economía turca se encuentra bajo presión de los mercados por la pérdida de apetito de los inversores extranjeros por los bonos de ese país. El bono a 10 años se sitúa con una rentabilidad del 12%, mientras que la curva de tipos de interés de los bonos en moneda local sigue invertida. Esto se debe, entre otros factores, a un complejo contexto político interno, y a un aumento de la tensión con la Unión Europea y Estados Unidos que han llevado a Turquía, en noviembre, a retirarse de maniobras militares conjuntas de la OTAN. En este contexto, la lira turca ha acelerado su tendencia depreciatoria hasta el entorno inmediato de 4 TRY/USD, toda vez que la depreciación ha corregido recientemente.
CLAVES:
- El dinamismo económico inducido por el gobierno en 2017 dará paso a la normalidad en el crecimiento en 2018, cuando las políticas de demanda pierdan vigencia.
- La inflación alcanza niveles récord, especialmente la subyacente. El banco central hará todo lo necesario para frenarla.
- Los impulsos fiscales y monetarios tendrán algo de resiliencia en 2018, pero el aumento de la incertidumbre económica y política podrá contrarrestar gran parte de su efecto.
- Las salidas de flujos de cartera derivadas de la normalización de la política monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos y de los problemas locales pesarán sobre el tipo de cambio en 2018 el cual se mantendrá fuertemente depreciado.
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