Cohousing es un término que está cobrando fuerza en los últimos años, a pesar de que se trate de un modelo de covivienda que apareciese en los años 60 del pasado siglo en Dinamarca. Su popularidad, no obstante, se debe a las dos principales ventajas que proporciona a quienes optan por él y que apuntamos a continuación, y a las que se une una tercera relacionada con el medioambiente.
Cohabitar es la clave
A pesar de que cohousing es un vocablo en lengua inglesa, muestra perfectamente lo que implica y no es otra cosa que viviendas cooperativas, con la salvedad de que quienes conforman esta comunidad eligen hacerlo juntos. Es decir, estamos hablando de un grupo de familias o personas que deciden compartir un espacio común manteniendo sus viviendas privadas.
De este modo, el coste de los servicios comunes recae en la comunidad, lo que implica un ahorro personal. Precisamente este espíritu es el que llevó a los daneses a optar por este modelo como respuesta a la especulación inmobiliaria reinante en aquellos momentos.
No obstante, probablemente Ésta no sea la causa de que el cohousing comience a estar en boca de todos, sino el hecho de que se está convirtiendo en una opción que muchas personas mayores están planteándose.
Como hemos apuntado, son las propias personas las que eligen con quien convivir. Teniendo en cuenta que muchos mayores llegan a cierta edad sin su pareja o en soledad, el cohousing (denominado senior en este caso) supone una posibilidad de compartir la vida con la gente que quieren al tiempo que ahorran en gastos gracias a la autogestión y la compartición de los espacios comunes (esto, además, supone un soplo de aire fresco para sus pensiones).
Cohousing ecológico
Dejando de lado las motivaciones puramente personales, aparece la tercera de las ventajas de estas viviendas cooperativas: la posibilidad de que sea una opción ecológica. Así es, el cohousing ecológico añade a todo lo anterior la adopción de sistemas de eficiencia energética y la construcción de viviendas bajo parámetros que no sean perjudiciales para el medioambiente.
Asimismo, conceptos como el consumo nulo o la reducción de la huella de carbono –claves para luchar contra el cambio climático– acaparan protagonismo en el cohousing ecológico, una opción que parece estar ganando adeptos. A fin de cuentas, la propuesta de convivir con quienes se elige, compartiendo gastos comunes y de un modo sostenible puede resultar, cuanto menos, atractiva.