Con la Navidad, el Año Nuevo y los Reyes aquí, nuestro bolsillo empieza a temblar ante los gastos que hemos de acometer. Y no importa que seamos de esas personas que apenas le prestamos atención a estos festejos; cuando acaben seguramente habremos gastado más de lo habitual. De ahí que sea importante pertrecharse con un pequeño colchón de ahorros.

“¿Pero cómo es posible ahorrar?”. Esta pregunta es común, tanto es así, que bastantes personas no tienen una hucha para imprevistos. No obstante, esta situación tiende a darse en cualquier otra latitud, de ahí que no resulte extraño encontrarse en Internet con mil y un trucos para conseguir ahorrar algo de dinero a final de mes, especialmente ante los gastos de Navidad.

Nos enfocaremos en explorar los principales ámbitos de gasto

Hogar: el precio de los suministros tiende al alza. La electricidad, el agua y el gas suponen un gasto elevado a lo largo del año. Así que el primer paso a dar antes de variar nuestros hábitos en pos de un menor gasto energético pasa por comprobar si nuestra compañía suministradora nos ofrece el mejor precio del mercado. Para comprobarlo hay diversos comparadores en Internet que nos ayudarán a dar con la mejor opción.

Transporte: todos sabemos que llenar un depósito de gasolina o gasóil supone un considerable desembolso. De ahí que el uso del transporte público proporcione un ahorro considerable, siempre y cuando exista un adecuado servicio. En caso contrario, debemos  evitar “coger el coche para todo” y utilizarlo del modo más económico: evitar acelerones, usar marchas largas… Además, siempre existen alternativas más sostenibles como la bicicleta.

Alimentación: De poco sirve hacerse con todas las ofertas del supermercado si no contamos con la planificación adecuada. Lo mejor es realizar una lista de lo que vamos a consumir para no comprar más de la cuenta. Esto resulta muy relevante en los alimentos perecederos, pues pueden terminar en la basura.

Ocio: Ahorrar en este apartado pasa por organizarse mejor, pues generalmente el dinero que se emplea es el que “sobra” después de los gastos de primera necesidad. Así que apuntaremos un método japonés, denominado kakeibo, que consiste en sentarse el día de cobro y planificar la suma que se va a gastar en cada una de las categorías: hogar, facturas, transporte, alimentación… Una vez acotado, no hay que salirse de esas cifras marcadas, dejando una parte para el ahorro.