La capacidad real de una aseguradora se mide cuando tiene que dar una solución a sus clientes, especialmente frente a grandes catástrofes simultáneas que ponen a prueba la solidez de una compañía y su reacción ante los mismos.

Es el caso de MAPFRE, que trabaja intensamente para solucionar los problemas de sus miles de clientes afectados por los recientes huracanes y terremotos en el Caribe y en la costa atlántica de Norteamérica, sin que afecte a la evolución de la compañía, y sin que frene el desarrollo de su estrategia de negocio. Por tanto, la primera clave de este trimestre son los 176 millones que la compañía estima que le van a costar estos eventos catastróficos, una cifra que, en relación a la magnitud de los tres huracanes y los tres terremotos, demuestra que la protección de MAPFRE frente a estos riegos es la correcta.

La segunda clave es comprobar, un trimestre más, que la estrategia basada en el crecimiento rentable, es decir concentrar el esfuerzo en las líneas y/o productos que más retornos producen a la compañía, está siendo un éxito. Se ve en la aportación al resultado de mercados como España, en Colombia, en Perú, en Centroamérica, en Turquía y en la del negocio reasegurador, y se irá percibiendo también en el resto de mercados en los próximos meses, a medida que se vaya culminando su aplicación. Este Plan termina a finales de 2018.