El pasado viernes se desalojó con éxito la Torre MAPFRE de Barcelona, tras el simulacro de incendio realizado en colaboración con Protección Civil de la Generalitat. El ejercicio, que tuvo como objetivo probar el Plan de Autoprotección (PAU) del edificio, uno de los más altos de Cataluña con 40 plantas, evaluó la coordinación entre los diferentes cuerpos actuantes y sirvió para comprobar los protocolos de avisos y comunicaciones.

El escenario simulado fue una explosión e incendio durante unos trabajos de mantenimiento en unos de los transformadores de la planta 40 del edificio. En el ejercicio, durante el cual se simuló que los sistemas de extinción automáticos no habían entrado en funcionamiento y que como consecuencia de la explosión una persona había resultado muerta, tres heridas muy graves, una herida menos grave y tres personas heridas leves, fue todo un éxito.

Además de Protección Civil, participaron los Mossos d’Esquadra, la Guardia Urbana, el SEM (Sistema d’Emergències Mèdiques de Barcelona) y los bomberos de la ciudad condal.

En la Torre MAPFRE se movilizaron aproximadamente a 2.500 personas, ocupación actual del edificio entre empleados de las diferentes compañías inquilinas de la Torre, con el objetivo de evaluar los protocolos internos de emergencia y evacuación, así como la coordinación con los cuerpos de seguridad externos, tal y como queda definido en el plan de autoprotección del edificio.