El riesgo político ha desaparecido del mercado, mientras que la macro americana se frena ligeramente y la europea sigue muy optimista. Las bolsas se mantienen al alza a pesar de los datos en EEUU y gracias a las mejoras en el comercio mundial, en Europa, a la liquidez de los bancos centrales y a la expectativa de ejecución de determinadas políticas.
Junio determinará el sentimiento de los inversores para el verano con unos bancos centrales muy prudentes pero que, en el caso del BCE, posiblemente modifiquen su lenguaje a favor de un menor estímulo futuro. Si esto se interpreta como resultado de unos fundamentales sólidos no debería suponer un problema y permitiría que los activos de riesgo sigan subiendo.
Así, nuestra apuesta sigue siendo la sobreponderación de la renta variable, aunque de forma marginalmente más prudente. Geográficamente, claramente preferimos Europa y emergentes a EEUU.
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