La adopción de tecnologías capaces de otorgar Inteligencia Artificial (IA) a procesos que antes carecían de ella no solo está en auge sino que se antoja necesaria para un futuro próximo tanto a nivel empresarial como personal. Y es que las ventajas que la IA aporta van desde un incremento de la productividad en el negocio hasta una mayor comodidad en casa gracias a un hogar completamente conectado.

Sin embargo, hay un aspecto que en ocasiones no se trata, pues suele hacerse hincapié en los aspectos más llamativos tecnológicamente hablando. Se trata del ahorro que proporciona el uso de la Inteligencia Artificial a todos los niveles.

La Inteligencia Artificial ya es considerada un aspecto clave en la estrategia para transformar cualquier negocio. Tal y como se ha apuntado, aumentará la productividad y mejorará las condiciones de los propios trabajadores, eximiéndoles de tareas que puedan impedir su focalización en los elementos claves de la empresa. Además, se suma la creencia de que la IA es un agente de cambio, augurando que será un motor de nuevos productos y experiencias.