La salud es un derecho fundamental pero también un indicador de desarrollo sostenible. En el marco de la Cumbre del Clima COP 25, el panel “Cambio Climático y Salud: la acción empresarial” analizó la respuesta que pueden dar las organizaciones para frenar el impacto negativo de esta realidad en la vida de las personas y su contribución al futuro del planeta.

Para que las empresas puedan adaptarse a los nuevos escenarios climáticos y las nuevas exigencias sociales es necesario que, entre otros aspectos ambientales, conozcan también los relacionados con la salud. En este contexto, el Grupo de Acción de Salud y Sostenibilidad (que en España coordina Forética, organización referente en sostenibilidad y responsabilidad social empresarial), llevó a la COP 25 el debate sobre qué pueden hacer las organizaciones para frenar el impacto negativo del cambio climático. La sesión, en la que participaron representantes de empresas sanitarias, farmacéuticas y aseguradoras, contó con la intervención del director general de Savia, Pedro Díaz Yuste, como representante de la Cámara de Comercio.

Díaz Yuste hizo una llamada a la responsabilidad individual contra el cambio climático “ya que cada gesto suma y no podemos pensar en que sean otros los que lo hagan” pero puso además el acento en el papel de las empresas, que están llamadas a ampliar esta acción a través de sus políticas corporativas y sus modelos de negocio con los que pueden llegar “no solo a sus empleados y clientes sino a toda la sociedad en general”.

Como experto en salud digital, el director general de Savia aportó su punto de vista sobre el impacto que la revolución digital puede tener en este campo en relación con la sostenibilidad: “No solo va a cambiar la salud, sino que además va a contribuir a conseguir un mundo mejor”. En este sentido, Díaz Yuste desgranó, por ejemplo, los beneficios de la telemedicina, con la que además de evitar desplazamientos innecesarios (el 90% de las consultas presenciales no requieren reconocimiento y podrían realizarse de manera telemática) se va a acercar un derecho básico como es la salud a territorios que hoy en día carecen de estos servicios.

En el final de su intervención, Díaz Yuste compartió una reflexión del presidente de MAPFRE, Antonio Huertas, para quien “las empresas y quienes fuimos elegidos para conducir su evolución a buen puerto hemos de canalizar la sed de ética que heredamos de nuestros antecesores y traducirla en una evolución necesaria no solo de nuestros lenguajes sino también de nuestras acciones”.