MAPFRE trabaja de manera incesante para proteger el medio ambiente desde 2005. El primer desafío que afrontó para gestionar el cambio climático fue desarrollar el Plan Corporativo de Eficiencia Energética y Cambio Climático (2014-2020).

Esta estrategia, que promueve el uso de energía 100% renovable, la movilidad sostenible y la reducción de residuos, ha sido clave para disminuir la huella de carbono del Grupo hasta un 51%, lo que equivale a 25.154 toneladas de CO2. Os contamos cómo lo hemos hecho posible entre todos.

 

1. Una estrategia de éxito

Actualmente, las diferentes actuaciones llevadas a cabo por MAPFRE en materia medioambiental se rigen por el Sistema de Gestión Ambiental, Energética y de Huella de Carbono (SIGMAYE), un modelo estratégico del que se derivan los planes ambientales del Grupo y que recogen las iniciativas encaminadas a minimizar los impactos ambientales, energéticos y de huella de carbono. Dicho sistema está diseñado conforme a los estándares internacionales ISO 14001, ISO 50001 e ISO 14064, que MAPFRE renueva anualmente y que son la prueba objetiva del esfuerzo que estamos haciendo. Actualmente, la compañía cuenta con 35 sedes certificadas en todo el mundo bajo ISO 14001 (gestión medioambiental), con 20 sedes, en ISO 50001 (gestión energética) y con seis países verificados en ISO 14064 (huella de carbono). Se trata de un modelo de éxito, que nos ha permitido implantar requerimientos comunes en todas las entidades del Grupo, alcanzar objetivos medibles y cuantificables y que nos ayuda a impulsar algo que para nosotros es clave, que es la mejora continua.

 

2. Compra verde

En 2013, MAPFRE incorpora el concepto de compra verde gracias a la primera norma de carácter corporativo que incluye la evaluación de criterios ambientales en sus procesos de compras. Un buen ejemplo de ello es que en España el total de la energía que adquirimos procede de fuentes 100% renovables. En este sentido, exigimos a las comercializadoras de energía que aporten los certificados de garantía de origen renovable para cubrir la demanda eléctrica de nuestras instalaciones en España, un requisito más que demuestra el compromiso real de MAPFRE con el aprovechamiento de recursos naturales, así como con la protección del medio ambiente.

 

3. Ordenadores que ahorran energía

Otra de las formas con la que MAPFRE contribuye a reducir la emisión de gases de efecto invernadero es mediante una mayor eficiencia en la gestión energética, lo que logra a través de herramientas que permiten apagar en remoto los equipos informáticos de sus empleados. El apagado automático de los ordenadores y monitores permite ahorros cercanos al 20% del consumo energético asociado a la ofimática. Actualmente, esta medida se está llevando a cabo en España, donde se espera llegar a más de 10.000 empleados.

 

4. Más luz natural y menos residuos

MAPFRE impulsa oficinas ecoeficientes, tanto en sus principales edificios como en las oficinas de su red comercial. Para ello, potencia la luz natural, reduciendo así el gasto energético en luz artificial, incorpora mecanismos de control de agua, como los grifos con corte automático y perlizadores (un dispositivo que mezcla agua con aire para disminuir el consumo) y promueve la reducción de residuos. Prueba de ello es que en 2018 hemos sustituido en España y Portugal un total de 1.500.000 botellas de plástico por vidrio reutilizable, lo que ha evitado la generación de 25,8 toneladas de residuos plásticos y la emisión a la atmósfera de 104 toneladas de CO2. También fomentamos el uso responsable de la calefacción y el aire acondicionado y en este sentido, hace unos años, lanzamos la campaña Cool Biz, una iniciativa que trata de adecuar la forma de vestir de los empleados a la temperatura exterior para ser más sostenibles y eficientes energéticamente. Hemos comprobado que cambiando la forma de vestir en verano y subiendo sólo un grado la temperatura interior se reduce un 7% el consumo derivado de la climatización.

 

 

5. “Todos unidos por el Medio Ambiente”

En la protección del planeta todos los gestos cuentan. El Día Global del Voluntariado de MAPFRE, celebrado recientemente, fue un buen ejemplo. Más de 2.300 voluntarios (entre empleados y familiares) de 25 países participaron el pasado mes de octubre bajo el lema “Todos unidos por el Medio Ambiente”, donde los participantes aportaron su granito de arena a través de dos tipos de actividades: la restauración o reforestación de áreas degradadas y la retirada de basuras marinas en playas o limpieza de humedales, riberas y bosques. Este año, los datos de participación se han incrementado más de un 40% respecto a ediciones anteriores. En total, se han llevado a cabo 76 actividades de voluntariado en 70 ciudades de todo el mundo, gracias a las cuales se han plantado cerca de 1.800 árboles y se han recogido más de 14 toneladas de basura.

 

 

6. Movilidad sostenible

El transporte es una de las principales causas del calentamiento global, motivo por el que MAPFRE pone a disposición de sus empleados diversas propuestas que contribuyen a que la compañía y las ciudades sean cada día más sostenibles y menos contaminantes. Entre estas destacan: las rutas de empleados, parking para bicicletas, 46 puestos de recarga gratuita eléctrica para que los empleados utilicen sus coches eléctricos o híbridos, sistema de videoconferencias como vía para limitar los viajes en avión, teletrabajo y flexibilidad horaria.

 

Nuestros productos y servicios, también se unen a la lucha contra el cambio climático

En conjunto, en 2018, MAPFRE emitió más de 57.300 pólizas con coberturas relacionadas con aspectos medioambientales, que suponen un volumen de primas superior a 56 millones de euros, lo que representa un 0,25% del volumen total de primas del Grupo. Estos productos incluyen el aseguramiento de energías renovables (29.397 megavatios de parques eólicos y 4.929, de huertos solares), el aseguramiento de 43.765 vehículos de bajas emisiones a través de la Póliza ecológica, y el aseguramiento de cultivos y bosques sostenibles, en concreto, un total de 108.195 hectáreas aseguradas. Entre los servicios ambientales y energéticos, destaca la asistencia en carretera a coches eléctricos, para lo que la compañía dispone de una flota de 25 vehículos 100% eléctricos. También son relevantes otros servicios que están relacionados con investigaciones sobre técnicas de reparación de vehículos accidentados que realizan los Centros de Experimentación y Seguridad Vial (CESVI) de España y Latinoamérica y que contribuyen al ahorro en el consumo de recursos contaminantes, como pinturas o disolventes, así como a minimizar el impacto medioambiental en la actividad de reparación de vehículos. Gracias al aprovechamiento de las piezas procedentes de los vehículos declarados siniestro total, esta empresa ha evitado desde 2004 más de 47.500 toneladas de CO2 y ha evitado la generación anual de 825 toneladas de cristal y 1.200 toneladas de plástico en los talleres de MAPFRE en España.