Las bolsas se mueven sin rumbo claro. Sigue siendo un periodo estival en el que, como señala Alberto Matellán, economista jefe de MAPFRE Inversión, cualquier acontecimiento, por nimio que sea, puede provocar fuertes vaivenes poco justificables si se miran los fundamentales. En su intervención semanal, con A Media Sesión de Radio Intereconomía, incide por ello en que “no hay que perder la visión a largo plazo”.
Los datos macroeconómicos que se han conocido recientemente cambian poco el panorama, lo que les hace perder interés. “Los inversores se están fijando en focos puntuales, como pueden ser hechos geopolíticos, evolución del Covid o noticias relacionadas con las posibles vacunas, pero a largo plazo seguirán siendo determinantes los datos macro y la evolución de los tipos de interés”, añade. De hecho, remarca el peso que está teniendo cualquier noticia sobre las vacunas, aunque, según el experto, “sigue siendo ruido”.
Durante esta semana, la reunión anual de los banqueros centrales en Jackson Hole marca la agenda. En opinión de Matellán, supone un acontecimiento bastante importante porque se espera que la Reserva Federal haga balance de los efectos que han tenido las medidas la revisión de su framework que llevó a cabo hace un año y medio, mucho antes de la pandemia. “Se espera que den señales sobre que serán mas permisivos con una inflación más alta, lo que debería ser recogido de forma positiva por el mercado, pero aun así, y dado el contexto actual, seguro que dejan abierto posibles cambios en política monetaria a los datos macroeconómicos que vayan llegando”. En este sentido, la representante alemana Isabel Schnabel, tiene la opción, según el economista, de alinear posturas con la Unión Europea tras el giro fundamental que dio en primavera y que estuvo capitaneado por Ángela Merkel.
“Las circunstancias actuales han demostrado que Alemania necesita a Europa y Europa necesita a Alemania”, explica.
Mientras tanto, siguen las tensiones entre Estados Unidos y China. El gigante asiático ha reprochado a Estados Unidos que un avión espía entrara ayer sin permiso en una zona de exclusión aérea utilizada por el ejército chino para simulacros de fuego real. “Es un tira y afloja en una competición a largo plazo y deberíamos acostumbrarnos a eso. Viene de varios años atrás, y a veces se reflejan en términos militares, otra en comerciales…es una competición por lograr el liderazgo tecnológico y económico”, concluye Matellán.