Las constantes investigaciones que se están llevando a cabo sobre el cambio climático están arrojando luz acerca de las futuras repercusiones en el medioambiente y, claro está, en los propios seres vivos. Al menos esta es la sensación que se desprende de los últimos hallazgos que la comunidad científica ha dado a conocer.
A fin de cuentas, según el estudio Pew Research Center’s Spring 2018 Global Attitudes Survey realizado en 26 países por el Centro de Investigaciones Pew, una entidad sin ánimo de lucro estadounidense, la principal preocupación ciudadana ya es el cambio climático. Esto no solo refleja el creciente interés de la opinión pública, sino que se traduce en un mayor foco en su estudio.
Océanos más azules
Uno de los efectos que provocará el cambio climático lo ha desvelado Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, tras publicar en Nature Communication un estudio que apunta que en el año 2100 más de la mitad de los océanos del mundo habrá cambiado su color. Esto no quiere decir que pierdan las tonalidades habituales, sino que las zonas azules y verdes se intensificarán, o lo que es lo mismo, veremos el mar mucho más azul o mucho más verde. Todo se debe a que las aguas se calentarán y ese será el factor que desencadenará que las poblaciones de fitoplancton se alteren: donde disminuyan, el azul será más intenso, y donde crezcan, el verde tomará protagonismo.
El cambio climático provoca más gripe
En medio de una de las peores epidemias de gripe de los últimos años, científicos de la Universidad de Tokio han llegado a una conclusión reveladora después de una serie de experimentos realizados con
ratones. Y es que el cambio climático acentúa el aumento de los contagiados por gripe.
Esto es debido al incremento de las olas de calor, las cuales evitan que el cuerpo humano desarrolle las defensas que le permitan inmunizarse frente a los virus de esta enfermedad.
Eso sí, el aumento de las temperaturas no es el único causante. Estos mismos investigadores señalan que el cambio climático es el causante de que la calidad de los cultivos agrícolas esté descendiendo. Es decir, los valores nutricionales de los alimentos caen y, por lo tanto, las personas que los consumen se ven afectadas.
El café, en peligro
Para finalizar, la última de las consecuencias del calentamiento global parece afectar al café. Una
investigación realizada por el Real Jardín Botánico de Kew de Londres (Reino Unido) ha puesto de manifiesto que hasta un 60% de las especies de café silvestre se encuentran en peligro de extinción. ¿Las causas? Todas relacionadas con los cambios en el clima y la acción del ser humano, como es el caso de la deforestación o la existencia de un mayor número de plagas.