Consulta aquí el análisis comparado sobre ahorro y pensiones realizado por el Servicio de Estudios
Las pensiones vuelven a estar en el punto de mira. Que el Congreso de los Diputados dedique una sesión monográfica a esta cuestión es una manera de afrontar la realidad, porque, además de la situación coyuntural de los actuales pensionistas, el sistema de pensiones tiene una complejidad inherente que se debe afrontar desde una óptica integral, pensando también en la renta futura que van a necesitar cuando se jubilen los actuales trabajadores, y que no va poder ser exclusivamente su futura pensión pública, porque será insuficiente por mucho que mejore su cuantía.
El envejecimiento está afectando, en general, a todas las economías europeas. Lo que han hecho la mayoría de los países es afrontar el problema de manera integral, protegiendo la capacidad financiera de las pensiones públicas para garantizar que pueden afrontar las cuantías más elevadas que el país se pueda permitir en cada momento, pero también han creado sistemas de ahorro vinculados a la vida laboral mediante los cuales los trabajadores pueden ir ahorrar para complementar su futura pensión pública y garantizar que a la llegada su jubilación, tendrán recursos suficientes para mantener un nivel de vida similar a su etapa como activos.
Como explica Manuel Aguilera, Director General del Servicio de Estudios, los sistemas de pensiones están tendiendo, en la actualidad, a reformarse para ajustar el impacto de los movimientos demográficos y la mejora generalizada de la esperanza de vida.
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