Los principales Servicios de Estudios, organismos públicos y privados han actualizado sus previsiones sobre la economía española. Como era de esperar, en un contexto de desaceleración económica y multiplicación de los riesgos en todo el mundo, todos han aplicado fuertes recortes en sus estimaciones. El último en pronunciarse ha sido la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Según sus estimaciones, la economía española crecerá a un ritmo del 2% en 2019, lo que supone una rebaja de dos décimas respecto a lo que preveía en su último informe del pasado 2 de mayo. Pero el freno será mayor para 2020 y 2021, cuando esperan tasas del 1,6%.

Además del efecto de la incertidumbre política, que genera “ambigüedad” en el ámbito fiscal, el organismo liderado por Ángel Gurría señala que “la demanda interna seguirá siendo el principal impulsor de esta expansión, aunque a un ritmo más lento que en los últimos años», ya que la moderación del crecimiento del empleo pesa sobre el consumo y la mayor incertidumbre obstaculiza la inversión, mientras que el menor aumento del mercado de exportación será un lastre para las exportaciones.

El Servicio de Estudios de MAPFRE, dirigido por Manuel Aguilera, ha sido uno de los que han aplicado un recorte mayor en sus previsiones, de cuatro décimas, al pasar del 2,4% al 2%, dos décimas explicadas por la desaceleración en curso y dos décimas por la revisión metodológica del Instituto Nacional de Estadística (INE) del pasado 16 de septiembre. Para el año que viene, estima un crecimiento del 1,7%, tres décimas menos que el informe previo publicado el 22 de julio. Los expertos de MAPFRE explican, en el último Panorama económico y sectorial 2019 que “la desaceleración económica en España comparte con el resto del mundo el agotamiento del ciclo manufacturero, tal y como recoge la sistemática contracción de la producción industrial y de los PMIs». “Aunque los indicadores relacionados con los servicios y el compuesto en general (el PMI compuesto) aún se mantienen en terreno positivo, la pérdida de dinamismo evidencia un contagio paulatino a través del canal de expectativas del consumidor (la confianza del consumidor en septiembre fue -6,2)”, añaden.

Es previsible que la economía española siga creciendo cerca de su potencial

A corto plazo, según los economistas del Servicio de Estudios de MAPFRE, es previsible que la economía española siga creciendo cerca de su potencial apoyada en la demanda doméstica y especialmente en el consumo. “A esto contribuirá la creación de empleo y el crecimiento real de la renta salarial que aún mantendrán cierta inercia, así como los efectos rezagados de la expansión fiscal vivida antes de las elecciones de noviembre”, señalan. “En el 2020, sin embargo, el deterioro se acelerará de manera consistente con el resto de la Eurozona. La expansión fiscal, como el recurso al ahorro y a la renta, encontraran sus límites en 2020. Asimismo, el déficit primario actual parece insostenible y la tasa de paro se encontrará ubicará en zona friccional, aunque elevada en 2020”, según se recoge en el informe.

De la misma forma que para la OCDE, el Servicio de Estudios de MAPFRE el riesgo del resultado electoral no pasa desapercibido: “Hasta ahora la falta de gobierno no ha impactado de forma relevante a la actividad económica, sin embargo, la falta de consensos políticos y el riesgo de seguir en un impasse pasadas las elecciones pueden empezar a pasar factura vía creación de empleo, confianza del consumidor, o incluso credibilidad ante los mercados de financiación soberana”. Y coinciden con la OCDE en una ralentización en el ritmo de creación de empleo: “La tasa de desempleo se ha reducido al 14%, pero el ritmo de creación de empleo está bajando de ritmo, factor determinante en el crecimiento del consumo.

El servicio de Estudios de MAPFRE ofrece, a través de estos informes de coyuntura (Outlook), una visión general respecto de las perspectivas, previsiones y tendencias macroeconómicas y financieras para el año de las principales economía desarrolladas y emergentes. Además, incluyen una valoración respecto a su impacto sobre la actividad aseguradora.

Las previsiones de MAPFRE, por tanto, siguen situándose entre las más optimistas. Aun así, se sitúan por debajo de las previsiones que incluye el Gobierno en su cuadro macroeconómico, del 2,1% para este año y el 1,8% para que el viene. Sólo el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la agencia de ráting Fitch mantienen una tasa estimada superior a las previsiones del Ejecutivo español.

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