Entre enero y marzo de este año, el volumen de negocio de MAPFRE en Castilla y León ascendió a 104,8 millones de euros, una cifra que supone un incremento del 6,6% respecto al mismo periodo del año anterior. Esta comunidad autónoma representa más del 4% del negocio total de MAPFRE en España, que en los tres primeros meses de este ejercicio ingresó primas por valor de 2.492 millones de euros.

El negocio de vida en Castilla y León ha sido el que más ha crecido en los tres primeros meses del año superado los 14,9 millones de euros, lo que representa un crecimiento del 35,3% respecto al primer trimestre de 2018.

Por su parte el seguro de automóviles es el negocio más importante de MAPFRE en Castilla y León, donde cuenta con cerca  de 351.000 vehículos asegurados, y sus primas crecieron un 3,4% en el primer trimestre, hasta superar los 32,2 millones de euros.

Los seguros de hogar también registraron una tendencia positiva durante los tres primeros meses de este año, con un volumen de negocio de 10 millones de euros, un 4,2% más. Asimismo, las pólizas que contratan las comunidades de vecinos crecieron un 7,2%, hasta los 4,3 millones de euros.

El auge del tejido empresarial de Castilla y León también está beneficiando al sector asegurador, que cada vez ofrece más coberturas y servicios adecuados a las necesidades de estas empresas. En los tres primeros meses de este año, la apuesta de MAPFRE por estar cerca no sólo de las principales empresas, sino también de las pymes y autónomos, se traduce en un incremento de este negocio del 3,8%, hasta los 4,6 millones de euros.

Crecer en el negocio de salud es una prioridad para MAPFRE, que en Castilla y León cuenta con cerca de 28.700 clientes con seguro de salud, negocio que entre enero y marzo registró un incremento de más del 3%, hasta los 18,1 millones de euros.

MAPFRE, que cuenta con cerca de 416.200 clientes en las nueve provincias castellanoleonesas, tiene cerca de 730 empleados y más de 210 oficinas en las que ofrece un servicio cercano y personalizado.