La digitalización, el comercio electrónico y un nuevo perfil de consumidor, que basa su satisfacción en acumular experiencias y no bienes de consumo, son factores que están impulsando la transformación del retail.

Mientras que el retail se ha expandido a un ritmo del 4% anual durante la última década, el comercio electrónico crece a un ritmo mayor, y pasará de representar el 9% de las ventas globales en 2016 al 15% en 2020. Las guerras de precios han impactado en el comercio tradicional, que no ha logrado adaptar sus cadenas de suministro a la digitalización y a la experiencia de usuario. Su rentabilidad cayó al 5,7%. Grandes minoristas, con una facturación de 10 millones de dólares (USD10mn) o más, han tenido que pagar un precio muy alto, ya que, a nivel mundial, el número de bancarrotas se disparó en un 66% en 2016.

retail, disrupción digital

La aceleración del deterioro financiero que dio comienzo en 2015 puso de relieve la necesidad urgente en el comercio minorista de adquirir nuevas capacidades tecnológicas, una tendencia que persistirá a medio plazo con tres desafíos clave: la omnicanalidad, el coste de la presencia online y la movilidad, que son ya percibidos como los tres principales elementos disruptivos de esta industria. Estas son algunas de las conclusiones extraídas por SOLUNION del último informe sobre retail, que analiza la capacidad de doce países para adaptarse al cambio y los agrupa en cuatro categorías.

 

 

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