Respetar los límites de velocidad cobra especial importancia cuando hablamos de zonas transitadas por usuarios vulnerables donde el límite de velocidad es, por lo general, más reducido que en el resto de vías urbanas, debido a la fragilidad de sus viandantes, en especial niños y ancianos. La velocidad, por otro lado, fue, según los datos de la Dirección General de Tráfico, un factor concurrente en el 20% de todos los siniestros mortales sucedidos en 2015.
Sin embargo, los vehículos que circulan por estas vías respetan en muy pocas ocasiones los límites máximos de velocidad establecidos, los cuales suelen fijar como velocidad máxima los 20, 30, 40 y 50 km/hora. Hay que destacar que, cuando el límite máximo de velocidad es menor, el grado en el que se excede es mayor. De hecho, en vías con un límite de 20 km/h, los coches llegan incluso a sobrepasarlo en 15,6 km/h de media. En estas vías, el 97% de los conductores supera el límite de velocidad.
Estas son algunas de las conclusiones del informe “Velocidad y Usuarios Vulnerables”, que ha presentado hoy Fundación MAPFRE. Además, este estudio ha servido para cuantificar los excesos de velocidad de los vehículos en entornos con presencia de usuarios vulnerables –zonas escolares, centros de mayores o parques- y analizar si conductores son capaces de percibir el peligro y reducir por sí mismos la velocidad en este tipo de entornos.
Para ello, Fundación MAPFRE ha llevado a cabo más de 3.000 mediciones de vehículos en diez ciudades españolas: Madrid, Tenerife, Ávila, Barcelona, Córdoba, Las Palmas, Valencia, Zaragoza, Santiago de Compostela y Sevilla.
Durante el acto, Jesús Monclús, director de seguridad vial de Fundación MAPFRE, ha destacado que “una velocidad inadecuada puede ser crucial en un atropello, ya que un accidente que podría ser leve puede terminar siendo grave o, incluso, mortal”.
También ha señalado que “las consecuencias de un accidente provienen principalmente de la relación entre la velocidad y la distancia de frenado”, ya que cuanto mayor es la velocidad del vehículo, menor es el tiempo que tiene el conductor para evitar el accidente.
También ha recordado que “casi todas las lesiones graves en un accidente de tráfico se producen por el impacto directo contra el vehículo, no al caer a la vía”.
A pesar de que los impactos frontales son los más frecuentes en un choque entre viandante y vehículo, existen otras variables que influyen como la edad y altura del peatón. No obstante, Monclús asegura que la gravedad de las heridas dependerá principalmente de la velocidad del vehículo en el momento del impacto.
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El estudio completo está disponible en www.fundacionmapfre.org