Alexis Sánchez, CEO de MAPFRE en Puerto Rico: “Al contrario que un huracán, un terremoto no se puede anticipar. La mejor medida de protección es la educación sobre este tipo de catástrofes”.
Cuando se acaban de cumplir 101 años del terremoto más catastrófico registrado jamás en Puerto Rico, MAPFRE ha organizado un simposio de expertos para dialogar en profundidad sobre los fundamentos de estos fenómenos y proporcionar recomendaciones de seguridad a la población.
El evento, gratuito y retransmitido a través de las redes sociales (Facebook Live), se celebró en el salón de actos de la Universidad Politécnica y contó con una ponencia del director técnico del Área de Riesgos de la Naturaleza de MAPFRE RE, Juan Satrústegui (en la imagen, primero por la izquierda), ante la presencia del CEO de la compañía en el país, Alexis Sánchez, quien participó en la sesión inaugural.
Satrustegui centró su presentación en el modelo de gestión del riesgo de catástrofe que tiene MAPFRE, con especial énfasis en la experiencia del terremoto de Chile, el sismo de mayor coste bruto en la historia de la compañía. En ese contexto, demostró su capacidad de gestión ante un número elevadísimo de siniestros (más de 80.000), así como el apoyo que fue capaz de desplegar desde otras entidades radicadas en países próximos.
Además, Satrustegui puso de relieve el trabajo que se sigue haciendo, específicamente desde la Dirección Corporativa de Seguridad y Medio Ambiente (DISMA), para actualizar el plan de apoyo internacional ante catástrofes.
Educación, medida de protección prioritaria
“Al contrario que un huracán, un terremoto no se puede anticipar. Todo el año es temporada de terremotos”, advirtió Sánchez, quien abogó por la educación como «mejor forma de protección para la ciudadanía» .
Por ello la compañía decidió impulsar esta reunión de expertos, para repasar desde la historia de los terremotos hasta el monitoreo de este tipo de catástrofes y tsunamis, códigos de edificación vigentes y principales deficiencias en ese ámbito.
El 11 de octubre de 1918, en Puerto Rico se registró el terremoto más catastrófico en cuanto a daños y pérdida de vidas jamás ocurrido. Tuvo su epicentro en la costa del municipio de Aguadilla, alcanzando un nivel de 7,3 grados en la escala Richter. “Conocido como terremoto de San Fermín, fue un evento devastador, de dos sacudidas separadas por un intervalo de dos o tres minutos, que dejó más de un centenar de fallecidos y unas pérdidas superiores de varios millones de dólares.
Recientemente, Puerto Rico ha sido sacudido por varios sismos de hasta 6 grados en Richter, lo que ha devuelto la preocupación a la isla. Lamentablemente, la concienciación de que es posible que una catástrofe se produzca aumentó significativamente tras la catástrofe del huracán María.